Profesión Solemne y Temporal . Montilla
El pasado día 15 de julio se celebró la Profesión Solemne y Temporal en el Monasterio de Santa de Montilla – Córdoba de las hermanas: Ana Flor, Catalina Mª y Jane Mª 15 de julio 2015.
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Sor Ana Flor Nthambi Mutisya (juniora)No sé cómo agradecerle al Señor todo el bien que me ha hecho. Fue un gran gozo y mucha emoción ver tantas hermanas, sacerdotes y fieles acompañándonos en el gran día de nuestra profesión, todos alrededor del Altar. Y yo, con el alma rebosando de alegría, muy decidida y convencida del paso que estaba dando, pude desde el fondo de mi corazón decirle al Señor .
Mi sincera gratitud a Dios por el don de mi vocación, por mi querida comunidad que me ha acompañado a lo largo del camino de discernimiento, el cariño e ilusión con que preparó todo, la presencia de la Madre Presidenta, su secretaria y las hermanas procedentes de otras comunidades, la Federación y nuestra Orden donde se ha ido forjando mi vocación día tras día. Es un regalo muy hermoso tener hermanas.
Le pido al Señor me conserve esta alegría y disposición para servirle a través de la oración en la vida de comunidad, y al final llegar un día a contemplar su rostro que tanto deseo.
Sor Catalina Mª MwongeliSyindu
“Encontré el a mi Amado, lo abracé y nunca lo soltaré…” Es lo que más he deseado y con la profesión, sellé mi alianza con Él porque él es mi luz y mi salvación.
En el gran día de mi profesión, todo fue un regalo del Señor. Entre otras cosas, recuerdo las palabras del Obispo en la homilía que hizo mucho hincapié en cómo debe ser nuestra entrega al Señor: total y generosa. Nuestra vida dedicada a la oración y a la contemplación es oración de la Iglesia para toda la humanidad, recorriendo el camino de nuestra Madre Santa Beatriz de Silva que vivió en virginidad, siendo fiel al Dios Altísimo.
Sor Jane Mª Ndunge Mutua
Queridas hermanas y lectores: Recibid mi fraterno y cariñoso saludo desde Montilla. Quisiera muy brevemente haceros partícipes de lo vivido en el día de mi profesión. Fue un día inolvidable en mi vida pues me comprometí a ser toda del Señor por toda la vida. No me resulta fácil describir lo que realmente experimenté en el fondo de mi corazón porque las palabras se quedan muy cortas. Cuando una se siente amada por Dios…
Cada momento de la celebración fue de gran emoción, sobre todo cuando estaba postrada y cuando la Madre abadesa me entregó el anillo. Sentí en el fondo de mi alma mucha paz y consuelo y me preguntaba: ¿quién soy yo para desposarme con el Rey Eterno?
He sido capaz de llegar hasta aquí por la gracia y la fuerza que Dios me ha dado y por eso le agradezco infinitamente. También a mi Madre Abadesa, a mi formadora y a mis hermanas pues me han acogido y aceptado tal como soy.
Y para terminar, os pido por favor que recéis por mí para que sea fiel al compromiso contraído hasta la muerte.
Gracias a todos por haberme acompañado con vuestra oración.