Madre Agreda, nuestra venerable hermana.

Los días del 21 al 24 de septiembre, la Orden de la Inmaculada Concepción tuvo la oportunidad de asistir y vivir una hermosa experiencia espiritual con el acercamiento, desde la vida y los escritos de nuestra gran Hermana Madre María de Jesús de Ágreda.

En el encuentro pudimos valorar y desentrañar parte de los escritos de nuestra Venerable Hermana. Hay que conocer un poco el siglo XVII para comprender algo más, y poder acoger mejor el valor, la belleza y la verdad que encierran estos manuscritos.

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El curso se vivió con mucha paz y gran fraternidad. Estas vivencias son cada vez más necesarias. Hermanas de distintas Federaciones, nos reunimos para escuchar, escucharnos, celebrar y vivenciar nuestra común unión en torno a una destacada Hermana de nuestra Orden.

El ponente: P. Rafael Pascual, OCD, desarrolló el tema con facilidad, documentación, intentando hacernos lo más agradablemente posible la lectura de los libros de nuestra Hermana Mª de Jesús de Ágreda. Creo que consiguió alentarnos y animarnos a poner empeño en entrar a bucear con mayor constancia en la personalidad de nuestra querida y Venerable Hermana.

También, Mons. D. Vicente Jiménez, Arzobispo de Zaragoza, agrediano de nacimiento y fiel devoto de M Agreda, en su conferencia, nos aclaró los vaivenes y dificultades que ha tenido que atravesar el proceso de beatificación. A la par nos contagió de su entusiamo ante la posible reapertura e impulso. Esperamos que pronto podamos ver reconocida la vida y santidad  de nuestra Hermana.

Asimismo, vivimos una jornada inolvidable en la visita que realizamos al Monasterio de Ágreda (Soria), lugar dónde nació, vivió y se santificó nuestra Hermana. Hermoso Monasterio, pero más hermoso por el tesoro que encierra: el cuerpo incorrupto de la Venerable. Las hermanas que hoy lo habitan, nos recibieron con muchísimo cariño y con un espléndido ágape. Luego, dos de ellas, Hermanas Patricia y Vianey, nos mostraron las dependencias  del monasterio, sobre todo lo relacionado con la Madre Ágreda: el museo,  objetos de su pertenencia, reliquias,  manuscritos originales, las cartas al Rey Felipe IV, la mística Ciudad de Dios, obra cumbre...  En verdad nos encontramos con un lugar que manifestaba el amor entregado y la  pasión vivenciada de una mujer consagrada totalmente a Dios y a María Inmaculada.

Reitero la gran armonía, alegría y fraternidad que reinó en todo momento y deseamos que encuentros así sigan aunando lazos de mayor conocimiento y unión entre todas nosotras. A estas alturas ya están olvidados el cansancio y las dificultades de viajes más cortos a más largos, lo importante fue gustar, disfrutar y vivenciar nuestra fraternidad en nuestro acercamiento a nuestra Venerable Hermana Madre Mª de Jesús de Ágreda. 

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