SAGRADA FAMILIA, fiesta
De nuevo, san Lucas nos presenta a la familia de Jesús cumpliendo con sus deberes religiosos. Y en esta primera Pascua que Jesús celebra, nos sorprenden varias cosas:
la libertad del adolescente Jesús, la incomprensión de sus padres, sus primeras palabras en público, la respuesta a sus padres y su contraposición “tu padre” y “mi Padre,” los tres días, etc.
Con todo esto podemos considerar que este fragmento parece anticipar la historia y vida de Jesús, ya que el evangelista se preocupa de su sentido teológico: la afirmación de la humanidad de Jesús, que crecía en estatura y en gracia ante Dios y los hombres; su referencia total a su Padre y su incipiente distanciamiento de las leyes judías.
La escena hace de puente entre el evangelio de la infancia y la vida pública de Jesús y con ella se quiere presentar el tema central de su enseñanza: la salida definitiva del hombre de la institución judía.
Doce años era la edad establecida para que un joven tomara parte activa en la comunidad religiosa, quedando obligado a cumplir la Ley. Sin embargo, Jesús ya comienza a demostrar sus primeros distanciamientos con las leyes judías, al llamar a Dios “mi Padre.” En la actitud de incomprensión de sus padres se anticipa la incomprensión que le acompañará a lo largo de su vida.
Los planes de Dios no son fáciles de entender y María y José tendrán que aprender a recorrer un camino de fe, a procesar, a madurar su fe. Ellos, al igual que nosotros, también deben crecer en sabiduría y en gracia.
la libertad del adolescente Jesús, la incomprensión de sus padres, sus primeras palabras en público, la respuesta a sus padres y su contraposición “tu padre” y “mi Padre,” los tres días, etc.
Con todo esto podemos considerar que este fragmento parece anticipar la historia y vida de Jesús, ya que el evangelista se preocupa de su sentido teológico: la afirmación de la humanidad de Jesús, que crecía en estatura y en gracia ante Dios y los hombres; su referencia total a su Padre y su incipiente distanciamiento de las leyes judías.
La escena hace de puente entre el evangelio de la infancia y la vida pública de Jesús y con ella se quiere presentar el tema central de su enseñanza: la salida definitiva del hombre de la institución judía.
Doce años era la edad establecida para que un joven tomara parte activa en la comunidad religiosa, quedando obligado a cumplir la Ley. Sin embargo, Jesús ya comienza a demostrar sus primeros distanciamientos con las leyes judías, al llamar a Dios “mi Padre.” En la actitud de incomprensión de sus padres se anticipa la incomprensión que le acompañará a lo largo de su vida.
Los planes de Dios no son fáciles de entender y María y José tendrán que aprender a recorrer un camino de fe, a procesar, a madurar su fe. Ellos, al igual que nosotros, también deben crecer en sabiduría y en gracia.